jueves, 10 de noviembre de 2011

Consideraciones sobre el Tipo y la Funcionalidad del Rottweiler





 Consideraciones sobre el Tipo y la Funcionalidad del Rottweiler. 
 Problemas y Soluciones - Perfil de ambos autores.

Werner F. Kirschbaum es un experimentado juez Internacional All Breed argentino, especialista de 20 razas, de la FCI. Juzgo repetidas veces la raza Rottweiler en exposiciones generales nacionales e internacionales en varios países. Considerado un experto en genetica y en selección y mejoramiento animal. Al ser experto en diferentes aspectos de la cinofilia, lo ubica favorablemente, para opinar sobre este tema. 

Claudio Pena es en forma incuestionable un avezado, experimentado y actualizado criador de la raza Rottweiler. Edita, desde hace tres años “mundo Rottero”, que tiene los méritos de ser la primera revista digital sobre la raza Rottweiler producida en el mundo, siendo, además reconocida por criadores e instituciones de la talla de la propia ADRK (Club Madre de la Raza en el mundo), de la que Pena es, además, miembro activo. Ha sido invitado a dictar seminarios sobre la raza en el exterior y fue el gestor de los Seminarios Especializados de Adiestramiento en Schutzhund, dictados en la Argentina por Helmut Raiser y Hörst Thielemann. Comenzó la cría de Rottweiler con el afijo “von Zeichen” para luego, junto a su mujer hacerlo con el afijo “von Liebesmeer”. Ganó el ranking de la Asociación de Criadores de la Raza Rottweiler del año 2003 con Yanka v.d. Silberdistel, y actualmente se dedica a preparar algunos de sus perros en el deporte del Schutzhund. 

Introducción
Durante varias exposiciones del ultimo año, nos reunimos y analizamos la situación actual de la raza Rottweiler en el país en general, sus problemas y posibles soluciones. A su vez consideramos la situación de la raza en su país de origen, Alemania, y las novedades que se están produciendo en la cría de la misma. Luego de un análisis exhaustivo de la raza, llegamos felizmente a las mismas conclusiones. Afortunadamente sobre este tema existe una respetable información bibliográfica y de artículos en alemán, como también en inglés. La cantidad circulante de opiniones verbales, la mayoría con características de juicios apresurados, con una alta dosis de empirismo, pierden mucho valor. Por lo tanto resulta importante dejar asentadas por escrito nuestras conclusiones, como una contribución a la raza. De esta forma pueden surgir nuevos argumentos al respecto, que se agreguen a omisiones o falencias del presente documento. 

A continuación hacemos diferentes consideraciones sobre los distintos parámetros de la raza. 

1.-Tipo. 

La estructura del perro, es la consecuencia del movimiento que desarrolla, producto de la función a que esta destinada la raza. Por supuesto todos los perros, caminan trotan y galopan, siempre con una máquina de cuatro patas. Pero se diferencian, por ejemplo, en la forma en que lo efectúa un galgo o un terrier. El Rottweiler pertenece al grupo de mastines del sur de Alemania y Suiza denominados “Sennenhunde”, lo cual traducido significa “perros para el trabajo con vacunos”. Descienden de los perros de guerra molosoides del ejército romano, producto de las incursiones que hicieron en sus invasiones europeas, pero con fuertes modificaciones en su forma y actitudes, probablemente por infusión y selección, hacia el perro pastor con inclinaciones fuertemente gregarias y protectoras que le imprimieron un sello inconfundible. La raza Boyeros de Berna se le asemeja en muchos aspectos. Con la diferencia de ser de pelo largo, el blanco agregado en su región delantera y haber tenido siempre cola larga. Pero también arrastra sus problemas de artrosis de codo como el Rottweiler. El Boyero de Berna, finalmente, es un perro con características más inclinadas al perro pastor y menos molosoide. Los Rottweiler fueron adoptados por los lugareños (dueños y mercaderes de ganado), para arrear a pie a los vacunos hacia los grandes mercados de esas regiones, durante los peligrosos tiempos de la antigüedad. Además cumplían la función de guardianes de la hacienda, bienes y seguridad de sus dueños. Tenían que ser potentes para convencer a un toro arisco de que siga su camino o que se mantenga en su lugar y defender a su dueño de algún intruso salteador de caminos. Se los consideraba perros de carniceros, que luego fueron adoptados por los granjeros para el manejo de hacienda lechera en el tambo. También solían arrastrar pequeños carros lecheros llevando los recipientes con leche. Es de la hermosa región de Suavia en el sur de Alemania y en especial de la ciudad de Rottweil de donde procede su nombre. El nombre de la ciudad Rottweil deriva de “ Rote Will ” del antiguo alemán, que significa “Villa Roja” por las tejas y ladrillos rojos de sus casas. En dicha región se produjo el desarrollo de la raza para adquirir sus actuales características definitivas de forma y carácter. Es de menor alzada que de los grandes dogos molosos alemanes, pero con un gran desarrollo muscular, con lo cual estamos frente a la presencia de un molososoide moderado. Finalmente resulta que el Rottweiler es un perro marcadamente fuerte, sustancioso, sin dar la sensación de pesado. Su estampa maciza está dirigida hacia ejercer una gran potencia, agilidad y aguante, ante una situación crítica. Mientras se mantenga la raza, ya sea en las tareas laborales actualizadas de perro guardián además de boyero, y lleguen a efectuarse las pruebas de guardia, trabajo y selección, tal cual se efectúan prolijamente en Alemania, el tipo se mantendrá y será su mejor solución para no desviarse del mismo. 

2.- Estructura. 

La estructura es el producto de una serie de parámetros íntimamente concatenados y dependientes entre si. Encontramos en este momento en la población del Rottweiler, una cierta variabilidad en su estructura, que marcan serios defectos. Ello sucede en general en razas bastante antiguas en las cuales se ha mantenido celosamente el tipo original, sin introducir en la misma los modernos conceptos de cinofilia producto del conocimiento científico. Esto en muchos casos perjudica su capacidad funcional y hasta le hacen perder tipicidad. Observamos perros construidos en forma incoherentes en los cuales no concuerdan en ellos armónicamente las diferentes partes del cuerpo. En gran parte a su vez ello se debe a la forma en que se juzgaba estructuralmente la raza. En los primeros tiempos primaba la estampa del perro parado con la correa levantada y tensa tirada por el perro. Algo similar sucedía en la presentación de la raza Boxer donde a su vez la misma parada y la forma atenta y tensa de frente era crucial en la elección de los perros. Esta parada puede resultar muy espectacular a la vista pero si toda la evaluación del perro cae en esa modalidad se descuidan otros factores fundamentales en la consideración de la estructura del perro. Una de las características que a su vez tuvieron consecuencias en la estructura del Rottweiler es la evaluación en el movimiento del mismo, dándole exclusivamente valor al movimiento visto en forma lateral, sin otorgársele mayor importancia al paralelismo de los miembros anterior y posterior en la apreciación del ida y vuelta. Esto produjo perros con serios problemas estructurales con movimientos poco rendidores y poco fluidos. La única solución para corregir estas falencias, es cruzar con perros correctos, sobre todo considerando la región defectuosa. Tratar de corregir con el defecto opuesto, por ejemplo cruzar con mayor altura, que la correcta para solucionar una deficiencia de alzada, constituye un grave error desde el punto de vista de selección con base genética.* Tratándose en este caso de un fenómeno de herencia poligénica se obtiene una gran dispersión del factor en la progenie con una pobre solución para mejorar el problema considerado. Si un perro es marcadamente fuerte y musculoso, y además se le exige agilidad y aguante, debe estar muy bien construido para desempeñarse eficientemente. Su estructura debe ser muy correcta, puesto que ante la menor falla, la misma lo hará claudicar, perdiendo rápidamente capacidad funcional. Es un perro, que en cumplimiento de su deber, se ha movido siempre con un andar moderado, al arriar y vigilar la hacienda, caminando a su destino. Por lo tanto su trote debe ser rendidor pero no acelerado. Ante una situación de emergencia, entra rápidamente al galope, solucionando el problema de alguna res díscola o algún inesperado intruso con su potencia convincente. Tirar un carro le requerirá moverse en forma firme, con un paso apropiado y efectivo, ejerciendo su fuerza de arrastre. Para ello se requerirá un perro de gran desarrollo de músculos de potencia capaces de ejercer grandes esfuerzos. Sabemos que los levantadores de pesas, pueden elevar grandes pesos, pero por un tiempo breve. Los mismos son poseedores de músculos de potencia, que ejercen en su actuación un gran desgaste, produciéndose una gran cantidad de ácido láctico, que es neutralizado por la reserva alcalina que posee el atleta. Pero cuando esta sustancia alcalina neutralizadora se consume y se agota, se produce el cansancio muscular y el mismo no puede continuar haciendo fuerza. Se debe esperar la recuperaciónb para poder producir un nuevo esfuerzo, con la aparición de una nueva reserva alcalina. Esto es lo que sucede con el Rottweiler. Con su gran musculatura de potencia, no lo hagamos trotar mucho tiempo y menos con velocidad pues entra en agotamiento. En una exposición no se lo debe hacer competir haciéndolo trotar en un período muy largo, pues entra a manifestar cansancio. El problema se agranda si entra a competir en el grupo y eventualmente por el mejor de exposición, donde se presentan perros más livianos y de músculos de resistencia. Si no tomamos esto en cuenta, el juez se quedara sin Rottweiler en el final pues habrán perdido su capacidad competitiva. Es por ello que debemos seleccionar e insistir en una correcta estructura, para que en el movimiento, esos 50 kg. de perro que debe transportar el Rottweiler incida lo menos posible en su rendimiento en el trabajo. Básicamente la corrección que necesita un cuadrúpedo, es que con el menor desgaste y esfuerzo, obtenga un mayor rendimiento Por lo tanto, no pueden admitirse fallas en su construcción, que produzcan regiones de rápida claudicación. Conociendo como debe moverse un Rottweiler, haciéndolo desplazar, encontramos fácilmente como debe ser su estructura. Un perro sin una correcta proporción y balance, aunque posea algunas buenas características, jamás podrá moverse bien. Si no es capaz de pararse firmemente, sin ayuda de su handler, su estructura presenta problemas. Es como una mesa bien construida. Si no hay que moverla para afirmarla, la misma esta bien lograda. A continuación consideramos cada uno de los parámetros concernientes a la estructura separadamente. Por supuesto en un perro, siendo una unidad, están todas sus partes relacionadas y concatenadas. Pero para hacer un buen análisis, debemos hacer un estudio de las distintas regiones, sin olvidar la interdependencia con las demás. Al mirar las ramas no debemos olvidar el árbol. Debemos a su vez tomar en cuenta, que hoy en día, la raza Rottweiler, tiene una incidencia de displacia de cadera de un 18% y de aproximadamente un 50% de artrosis de codo. Es fundamental considerar esto, puesto que ambas características son seriamente limitantes para el accionar del perro y agravándose seriamente con la edad. Además debe tomarse muy en cuenta, para su selección, que ambos caracteres, son de una mediana heredabilidad y están correlacionados genéticamente. 

  • a.- Proporción. 
Los problemas de proporción afectan directamente a toda la estructura. El Rottweiler es un perro que jamas debe ser corto y pero tampoco jamás debe mostrarse largo. La indicación es que no debe ser mas del 10% mas largo que su alzada. Vemos perros que superan esta medida, perdiendo firmeza en su línea superior. Si ello se debe a que es largo de lomo aparecen grupas cortas y caídas, con consecuentes malas angulaciones y aplomos traseros deficientes con perdida de balance en el perro. Tampoco puede ser corto, resultando mas alto que largo, que hacen que el perro tenga una tendencia a amblar presentando angulaciones abiertas y aplomos deficientes. A veces encontramos perros con una buena proporción, pero resulta que son largos de lomo y cortos de grupa, o poseen la grupa muy caída, con equivalentes consecuencias desastrosas en su estructura. La falta de proporción siempre le quita rendimiento al trabajo, pues el perro tiene que tratar de compensar su consecuente falta de equilibrio estructural. 
  • b.-Angulaciones. 

Las angulaciones conjuntamente con los aplomos son dos caractereres que están muy correlacionados e interdependientes. Debemos tomar en cuenta que el Rottweiler en sus movimientos de traslación en su trabajo, corresponde a un caminador y trotador de aguante. Debe de vez en cuando galopar ante una emergencia. Por lo tanto sus angulaciones deben ser intermedias de todos estos andares. Todos fácilmente definibles y acomodados a su acción. Se muestra como un galopador circunstancial, para ciertas emergencias, para lo cual debe estar bien construido. Jamás corresponde a casos extremos como la carrera de un galgo, con su correspondiente tibia larga, ni tampoco a la de un trotador de amplia cobertura de tren trasero y delantero. Por lo tanto con angulaciones medianas entre las que poseen los tipos extremos, le permite desarrollar sus andares de rendimiento y aguantador necesarios para sus funciones de boyero y guardia, que son típicos de la raza. Las angulaciones muy abiertas o cerradas, surgen de marcados defectos de proporción y estructurales, con la consecuente pérdida de balance. La corrección de las angulaciones como también de los aplomos pueden apreciarse bien con el perro parado normalmente con la trailla floja. Jamás en un estado de stay, siempre artificioso. Si además mueve las caderas de uno al otro sentido, simplemente caminando o en trote, nos demuestra que el animal presenta las consecuencias de grupa corta, alta, chata o caída. Ello siempre producira una falta de angulación trasera. Además debido al consecuente falta de alcance trasero para empujar con el mismo, no tiene mas remedio que mover continuamente, su trasero en forma lateral. En general en el Rottweiler encontramos falta de angulaciones y en algunos casos graves discordancias entre las angulaciones de ambos trenes, con consecuencias no deseadas en el resto de la estructura del perro. La angulacione del Rottweiler que están alrededor de los 110 grados, tienen la fundamental condición que ambas deben ser iguales. Cualquier diferencia entre las angulaciones delanteras y traseras lleva a una inmediata falta de balance e ineficiencia en el rendimiento del movimiento, por esfuerzos descoordinados. De nada nos sirve una máquina con las palancas apropiadas y juntas flojas. A la larga saltaran las juntas , como sucederá en el perro con las articulaciones incorrectas y flojas. 

  • c.- Aplomos

a incorrecta proporción y los defectos estructurales, afectan ambos a las angulaciones afectando consecuentemente a los aplomos, tanto en el tren delantero como en el trasero. En el tren trasero, la falta de aplomos por efecto de los lomos largos, que generalmente presentan grupas cortas, hacen que el perro para compensar el efecto sobre las angulaciones y el apoyo de las patas, se vea necesitado a juntar los garrones, para compensar el desbalance. Grupas cortas son comunes en la raza. O bien por ser planas, altas o bien caídas. Ello produce como consecuencia una falta de posibilidad de desarrollo de la región del muslo, lo cual es fácilmente detectable a simple vista. Las tibias excedidas en largo producen gran flojedad en los garrones, afectando en gran escala los aplomos traseros. En el tren delantero la falta de angulaciones, afecta y presenta una falta de antepecho, con codos flojos y manos abiertas en el apoyo de las mismas. Ello es producto de un húmero corto y cruz adelantada que además afecta sus angulaciones. El Rottweiler debido a su origen de los antiguos molosos, trae un arrastre de que aparecen perros con las patas delanteras formando unas leves S, que le crean el problemas de codos hacia fuera, generadores de las artrosis mencionadas. Haciendo mover el perro en un ida y vuelta, podemos observar en el paralelismo para las características antedichas. Un perro que no muestra un buen paralelismo en el frente, o flojedad en los codos, insinúa artrosis de codo. Si nos muestra otras deficiencias en el tren delantero, nos indica fallas de ligamientos y de estructura en los aplomos, que no pudimos descubrir en el perro parado. Observando desde atrás, con la visión de los posteriores, si notamos flojedad en la articulación de cadera podemos sospechar, la presencia de displacia de cadera. Si por otro lado observamos que los garrones tienden a juntarse, ello se debe a una falta de angulación producto de una grupa corta y caída. Frecuentemente, sobre todo hace unos años, escuchamos el comentario, que no tiene sentido observar el paralelismo del frente y trasero, otorgándole toda la importancia al movimiento lateral. movimiento lateral. Descalifica este criterio, que no existe ningún cuadrúpedo de especies silvestres, que posea malos aplomos y que muestren un defectuoso paralelismo de ambos miembros. La selección natural, que no perdona, los elimina rápidamente del contexto, ya que no aguantan la menor claudicación, en la feroz competencia del ambiente salvaje. En cualquier zoológico en la jaula de lobos, el antecesor directo del perro, nos muestra siempre correctos los paralelismos de ambos trenes. Dado que tiene que recorrer todos los días en sus cacerías muchos kilómetros, no puede poseer algún defecto en sus angulaciones o aplomos. Sabemos, que la cuerda se corta siempre primero en la parte más floja 
  • d.-Balance
Es un parámetro que pocas veces se considera y es frecuentemente desvirtuado por las paradas forzadas o “stay” con que nos muestran los perros en las exposiciones. Incluso la muestra del Rottweiler con la trailla alta muestra esta misma característica. El balance es fácil de apreciar, cuando se pone de manifiesto, en un perro parado naturalmente, sin ninguna clase de ayuda, con el equilibrio que muestran todas sus partes. Es como una mesa de cuatro patas, que se muestra firme. Todas las partes se corresponden y están perfectamente ensambladas para darles firmeza y equilibrio. Una buena estructura y proporción, produce siempre un buen balance. En los Rottweiler, por causas que resultan evidentes, como falta de aplomos, angulacionas defectuosas, encontramos pocos perros con un balance, que resulte satisfactorio. 

Movimiento. 

La armonía, que conforman todos los parámetros antedichos, se pondrán ampliamente en evidencia, en el movimiento de traslación del perro. Como el Rottweiler, siendo un perro esencialmente de trabajo, su estructura no puede claudicar en ningún momento. El movimiento es la prueba de fuego, donde ningún defecto estructural pasa desapercibido, manifestándose indefectiblemente. El perro comienza a claudicar donde primeramente siente el defecto. La cuerda siempre se rompe por la parte mas fina. Cuando movemos un Rottweiler es frecuente, que lo primero que nos llama la atención es que son perros que aflojan y terminan cediendo en su línea superior. Ello se debe a que además de una debilidad en la parte superior el efecto es acentuado por un lomo largo sumado a una grupa corta. Esta falencia es sumamente grave y muy común en la raza puesto que si el empuje trasero no se transmite al tren delantero, a través de una columna firme, el esfuerzo mecánico de las patas traseras se malogra. El traslado de la línea superior si es correcto debe ser horizontal y continuo, sin vaivenes de sube y baja, ni laterales. Por lo tanto a su vez no deben observarse manifestaciones de hundimiento ni de encarpamiento. La exigencia de esta condición es que la firmeza de la región superior del perro transporta el empuje trasero hacia el tren delantero. Si cede, ese transporte será defectuoso, dependiente de una columna vertebral bien estructurada y una buena musculatura que le de su apoyo. Si no, se produce esa condición de firmeza, rápidamente entraremos en claudicación de esa zona y el perro sufrirá las consecuencias. Si la misma se mantiene firme, todo el esfuerzo del empuje posterior llegara al tren delantero. Este recibe todo ese empuje, tiene que sostenerlo y aguantar el peso del 65% del cuerpo con su tren delantero, además de arrastrar como un carro, todo el cuerpo hacia adelante, en perfecta coordinación con el movimiento de su tren trasero. Si el tren delantero no cumple con esos requerimientos, la parte anterior del cuerpo caerá irremediablemente hacia adelante, por falta del alcance de la mano y el perro forzosamente deberá bajar la cabeza. Es por ello que la angulación delantera debe ser igual a la trasera. La falta de angulación delantera se debe fundamentalmente a un húmero y escápula corta. Consecuentemente nos damos cuenta lo crítico que resulta en el movimiento del Rottweiler la presencia de la falta de firmeza de la línea superior y del alcance delantero. Menos crítico nos resulta el tren trasero en el perro. El mismo se encuentra bien sostenido por las articulaciones de la cadera, mientras el tren delantero se encuentra adosado al tronco por ligamientos. Pero debemos buscar siempre una grupa larga y bien colocada. Esto permite una buena angulación trasera, con buenos aplomos y un muslo poderoso que le permite producir un buen impulso a la correcta angulación. Las patas traseras solamente tienen que empujar el perro hacia adelante, firmemente adosado en la articulación de la cadera, sin depender de otros factores. Pero esas grupas altas y caídas le quitan mucho las posibilidades de otorgar al perro unas buenas angulaciones traseras y un buen desarrollo del muslo quitándole fuerza al mismo, provocando que el empuje trasero resulte pobre y le falte amplitud. Para corregir estos defectos tenemos que lograr un perro bien proporcionado, con línea superior firme, por poseer un dorso firme y una grupa larga y bien posicionada, que como consecuencia nos muestra un lomo preferentemente corto. El largo correcto, es un dorso el doble del largo del lomo y con una grupa 2/3 del largo del dorso. Además tratemos de obtener un Rottweiler con una escápula larga, con un buen antepecho, que permita un húmero suficientemente desarrollado, para permitir una angulación equivalente a la trasera, otorgándole el alcance necesario. En el tren trasero busquemos un suficiente largo de grupa con buena colocación, que permita un muslo amplio y angulaciones traseras deseadas. Tomemos en cuenta, que los defectos de aplomos y del paralelismo en ambos trenes, provienen siempre de deficiencias estructurales, que consecuentemente producen claudicaciones compensatorias. El perro ante esta situación baja rápidamente su rendimiento de trabajo mostrándose fatigado y frecuentemente dolorido. A raíz que en la FCI y por lo tanto en la ADKR, por razones de maltrato de animales se ha prohibido toda mutilación quirurgica en los perros, por lo tanto en el Rottweiler se ha prohibido el corte de la cola. Según un renombrado criador y juez alemán de la raza Rottweiler, la prohibición de esta mutilación beneficiará enormemente la estructura y el movimiento del Rottweiler. Anteriormente con la cola corta esta no afectaba la estética del mismo. Por el contrario cuando el Rotweiler se movía parecía natural que este conjuntamente con la cola se movía todo el cuarto trasero en un ida y vuelta lateralmente. Este movimiento era consecuente de una grupa corta y caída y de una cola con implante alto. Ahora con la cola sin cortar la misma parece como una cobra encima de la grupa. Esto produce un cuadro estético muy desagradable y la única solución es dotar al Rottweiler de una grupa larga y buen colocada, con lo cual la implantación de la cola seguira la línea del cuerpo como por ejemplo en el Boyero de Berna. Este hecho consecuentemente al corregir la estructura, angulaciones y aplomos mejorrá enormemnte el movimiento el movimiento y el rendimiento en el mismo del Rottweiler. 

Cabeza. 

En general los Rottweiler muestran buenas cabezas. No son frecuentes cabezas con muestras de atipicidad que nos molesten demasiado a la vista, con faltas de la expresión característica. Pero hoy en día podemos afirmar que no es frecuente encontrar excelentes cabezas como las requeridas en los grandes exponentes de la raza. Pero hay algunos temas que deben preocuparnos. La poderosa cabeza debido a su gran substancia, con el ancho característico de la cara que debe mostrar la raza no siempre se encuentra. La amplitud del cráneo y potente boca son consecuencias de este aspecto en el Rottweiler. La apropiada proporción entre el cráneo y la trompa es fundamental para poseer estas cualidades. El arco zigomático que produce la tipica expresión en el Rottweiler debe estar presente tal cual lo exige el standard y que frecuentemente es ignorado. Ultimamente se encuentran Rottweilers debido a modas aparecidas fuera de Alemania, con cráneos angostos, trompas alargadas y orejas de implantación baja, que le quitan la completa tipicidad a los ejemplares. 

Orejas. 

Las orejas en el Rottweiler no ofrecen mayores problemas.
Presenta la ventaja de no ser cortadas. Generalmente se muestran tal cual lo establece el standard. En lo antedicho, suelen encontrarse deficiencias en la implantación de las orejas. 

Dentadura. 

La raza Rottweiler probablemente es de las razas que presenta las mejores dentaduras. Es difícil encontrar falta de piezas especialmente en los dientes mas críticos por su pequeño tamaño como el PM1 inferior y M3 inferior. Sin duda debido al gran tamaño de sus piezas dentarias colabora mucho en que todos los perros sean de boca llena. Además a raíz del tamaño de las piezas no hay espacios entre las mismas, muerden correctamente, no se doblan las mandíbulas y no aparecen piezas supernumerarias. El tamaño de las piezas dentarias debe ser siempre respetada pues es la causal ante su disminución de la ausencia de las mismas. Ello es debido a que esta característica está gobernada por una herencia cuasi cuantitativa. 

Mordida. 

El standard del Rottweiler exige la mordida en tijera. Todos los mamífero carniceros salvaje presentan mordida de los incisivos en tijera, comenzando por el lobo, antecesor directo del perro. Es sin duda la más efectiva para prender, cortar y arrancar. La mordida en pinza produce un desgaste mayor de los incisivos y una destrucción acelerada de los mismos, dándole una vida mucho mas corta. Finalmente, hoy en día, se ha comprobado, que la mordida en pinza es un prognatismo incipiente, con una firme base genética, que, suele producir incisivos torcidos. Los perros molosos originarios del Rottweiler frecuentemente presentaban prognátismo inferior como lo presentan varias razas de la actualidad, con el mismo origen. Los criadores de las razas terriers, hace ya muchos años, que vienen penando con su antigua mordida en pinza, promovida por los ingleses, para llegar a la mordida en tijera. Continuamente le aparecen, perros con prognatismo e incisivos torcidos. Ellos se convencieron hace muchos años que la mordida en pinza no ofrece ninguna ventaja y resulta un inconveniente grave. Todo lo demás, resulta ser un viejo mito. Por ello en el Rottweiler hay que ser muy atento en la corrección de los incisivos. 

Color de pelaje y ojos. 

El color del pelaje en el Rottweiler se debe al genotipo doble recesivo at at, que produce el fenotipo “Black and tan ”, que produce el color de pelaje negro con marcas fuego en las extremidades, pecho y cabeza. Debido a genes modificadores se producen variaciones en el “ tan ” o fuego empaledecimientos generalmente no deseadas. Contra ello hay que luchar, como seleccionando con caracteres de baja heredabilidad. El color de los ojos es importante y deben ser de un oscuro como lo expresa muy específicamente el standard. Generalmente la pérdidad de pigmento en los ojos esta intimamente correlacionado a las zonas de color del marron en el pelaje del perro. Seleccionando por buen pigmento en el pelaje del perro no tendremos problemas de colores de ojos. 

Características del pelaje

El Rottweiler es un perro de pelo corto. Pero el mismo no debe ser tan corto como uno encuentra en otras razas. Es un pelo corto fuerte que liso sobre la piel la cubre perfectamente con un subpelo lo suficientemente denso que lo defienda de todas las inclemencias de climáticas. Debe presentarse siempre brilloso. En algunos casos se encuentran pelajes con pelos mas largos de lo deseado, en ciertas zonas, si bien pegados sobre la superficie presentan ondulaciones no deseadas, que deben ser discriminadas y selecionarse en contra. 

 Substancia. 

En general observamos en la raza ejemplares substanciosos y de buen hueso. En algunos casos encontramos ejemplares, que nos impresionan por su excesiva fortaleza y peso. Son casos de ejemplares demasiado voluminosos y excedidos de alzada. Les falta agilidad, velocidad de acción y aguante. Se debe llegar por lo tanto, a la correcta alzada, con la debida substancia. Pero se encuentran también perros, que son faltos de substancia y hueso. Sobre todo en las hembras, donde frecuentemente los criadores no ponen suficiente atención. Piensan que una perra no es mas que una maquina de producir cachorros. Creen que cruzando con un buen macho todo está solucionado. Se olvidan, que la mitad de la genética de los cachorros, viene de la madre. El prestigio de un criadero, surge de la calidad de cachorros que produce, condicionado a la calidad de hembras que posee el mismo. Un buen macho apropiado para cruzar, cachorro con la sangre deseada o semen, siempre es posible conseguir, aunque se encuentre fuera del criadero. Buenas hembras no vende nadie.

Selección funcional. 

Se deben aprovechar las cualidades, producto de su selección funcional del Rottweiler. Como perro guardián y boyero, posee un gran instinto gregario, y por lo tanto hay en él un insobornable guardián de la familia humana y sus bienes, a la cual pertenece. Siendo el Rottweiler un perro de guardia y protección, pretender emplearlo como perro de pelea, es desvirtuarlo en su raza. Ello solo se encuentra en mentes primitivas, que manifiestan su salvajismo y sadismo inadmisibles, que con una falta completa de sensibilidad frente al perro, se deleitan con su sufrimiento. Además todo perro condicionado a la violencia, exacerbada su agresividad por la locura de la pelea y con su salud mental afectada, se transforma en un peligro para el ser humano. Muchos de los accidentes que suceden con perros de razas molosoides, se debe a una mala y equivocada crianza manejo de los mismos. 

Soluciones para la selección y crianza de la raza. 

  • a.- Sin individualización eficiente, no hay selección posible. El tatuaje, chip y análisis de ADN, son controles individuales, sin los cuales todo esfuerzo de mejoramiento intenso resulta estéril. 
  • b.- Confección de pedigrees con informaciones adicionales útiles para la selección y no simplemente una colección de nombres de los antecesores. 
  • c.- La raza posee algunos problemas de carácter hereditario, ante los cuales debe pasar por rigurosos controles, para posibilitar la eliminación de estos defectos, que afectan su funcionalidad. 
  • c1.-Displacia de cadera y artrosis de codo: No se puede descuidar esta patología. Deben efectuarse los controles del caso y criar tomando en cuenta su grado de heredabilidad. 
  • c2.-Dentadura:Deben efectuarse las previsiones del caso, identificando los ejemplares con defectos, para poder seleccionar la raza contra los casos de prognatismo, mordidas en pinza e incisivos torcidos. 
  • d. - Firmeza al tiro y resistencia al castigo. 
  • e. - “ El Rottweiler es una raza de trabajo “. Como la definen los alemanes. Toda selección donde no se incluyen pruebas de trabajo, con sus exámenes correspondientes, Exámenes de Selección y todos los requerimientos exigidos por la ADRK, es ir desvirtuando la raza. Criar Rottweiler exclusivamente para exposiciones de campeonato como se lo hace en ciertos países es caer rápidamente en preciosismos y llevar a la raza que pierda sus invalorables cualidades para lo cual ha sido creada. Este trabajo es solamente posible con entidades especializadas en la raza, mancomunando sus esfuerzos en forma continua y eficiente. En países grandes, por razones de distancia y mejor control, mas de un club especializado de la raza es necesario. Además la competencia entre clubes es siempre saludable y estimulante, evitando que la raza caiga en pocas manos egoístas y con opiniones unilaterales que pierden en inteligencia. Sin duda el Rottweiler es una gran raza debido a la enorme ventaja que le ha dado su largo período de selección funcional controlada. 

Conviene por lo tanto esforzarse, para solucionar selectivamente aquellos problemas que presenta la raza, con el fin de continuar y acelerar su camino ascendente de mejoramiento. 

El Rottweiler, por sus cualidades, va siempre a satisfacer a las expectativas de su dueño, siempre y cuando caiga a buenas y manos expertoas, como siempre sucede con todo perro. 

 Finis Coronat Opus.

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